El presidente del CD Tenerife, Paulino Rivero, tomó la palabra, en un Teatro Guimerá lleno para tan especial ocasión, y aseguró que “el CD Tenerife es un club señor, que quiere agradecer a todos aquellos que han aportado su granito de arena a su historia centenaria”. A partir de ahí, “no queremos mirar para atrás con añoranza, sino para situarnos y ver que tenemos mejores condiciones”. “Si con aquellos medios competimos contra los mejores, ¿por qué no podemos volver a repetir una etapa histórica?”, significó.
También expresó que “juntos, entre todos, conseguiremos que el CD Tenerife vuelva a tener un hueco importante dentro del fútbol español”. Estas ilusionantes palabras del máximo mandatario de la entidad llegan 30 años después de la primera gran gestas europea blanquiazul, que llevó el sello inconfundible de una emocionado y agradecido Jorge Valdano. Sus palabras nunca dejan indiferente; nunca, y menos si son para rememorar uno de los episodios más épicos del club isleño. Fue la de este jueves, día 21 de septiembre de 2023, una noche sencillamente inolvidable, en un diálogo en vivo con el periodista y Premio Canarias de Comunicación, Carmelo Rivero.
JORGE VALDANO
“Doy las gracias a la Junta Directiva por este honor. Este club y esta isla estarán siempre en mi corazón. Hoy tengo además la insignia de oro y brillante para que ese recuerdo también sea físico, pero en mi alma está ese agradecimiento. Subrayo que me siento representante de algo que me excede, ya que fue una obra colectiva, en la que los jugadores fueron auténticos héroes, demostrándonos un gran sentido de responsabilidad, honestidad y valentía muy grandes para alcanzar enorme gesta. Vine acompañado por Ángel Cappa y Ángel Félix, quienes también son responsables de aquellos éxitos. 30 años después, estamos de nuevo juntos y recibo este honor con mucho orgullo”.
“Doy las gracias por este recibimiento tan caluroso. Me siento en familia, acogido con cariño. El fútbol tiene mucho de sentimental y aquella época fue un hito, donde la isla entera empujaba al equipo. Conseguimos logros que parecían increíbles. Era un equipo ganador que jugaba muy bien al fútbol y que también se ganó el cariño fuera de Tenerife. Han pasado 30 años, pero tengo los recuerdos muy nítidos en la memoria”.
“Llegué a Tenerife de madrugada, procedente de Turín. Me presentó Javier Pérez a la plantilla. Pronto encontramos en el equipo una sensibilidad que nos ayudó a creer. El partido ante el Valencia CF tenía una importancia crítica. Ganar aquel partido apenas nos dio oxígeno, pero a la siguiente recibimos al FC Barcelona, en un partido épico”.
“En la segunda temporada, el CD Tenerife dio muestras de mucha fiabilidad. Estuvimos 18 partidos sin perder. Terminamos siendo muy competitivos, llegando al último partido donde nos jugábamos la clasificación para la Copa de la UEFA. Todas las características de remontada que caracterizan al Real Madrid CF se dio contra ellos. Todo aquello que se generó nos permitió ganar aquel encuentro”.
“Los verdaderos héroes son los jugadores. La isla abrazó al equipo. Se vivía el fútbol con mucha intensidad y pasión. Todo aquello tuvo un efecto mágico y determinante. Javier Pérez pensaba y soñaba en grande. Me reunía una vez por semana con él, con una lista de prioridades. Las cumplió casi todas, menos una, ya que los vuelos chárter eran demasiado caros”.
“Tenía un discurso muy romántico del fútbol, pero aquel equipo jugaba como decíamos. Fue revolucionario, ya que le dijimos al mundo que se podía escapar de pobre jugando bien al fútbol. Tenían coraje para atreverse”.
“Tener el privilegio de ser recibido de esta manera, sintiéndome querido, es el verdadero patrimonio con el que uno se queda. El fútbol es una emoción antes que un entretenimiento, que genera identidad y orgullo. No es para pasar el rato, sino para que 30 años después recuerdes un episodio como este”.
“En esencia, soy la misma persona que hace 30 años. Ahora, me muevo con más independencia, pero no tengo premisas ni recibo órdenes. Soy yo. Las semanas son agitadas porque me gusta estar en movimiento”.
“El número de abonados alcanzados es un síntoma de hay confianza en el equipo y en la gestión. Veo que hay proyecto y un intento de futbolizar a través de las escuelas. Creo que eso tendrá su recompensa en el futuro. Percibo ilusión en la isla. Para el estado del fútbol actual resulta clave la cantera. Si se consigue, tarde o temprano saldrá una generación que les dará el talento, el orgullo y el sentimiento de pertenencia”.
“Al tinerfeñismo le digo que el fútbol es un vehículo extraordinario, con sentimiento de pertenencia. Sentirse bien representado por un club genera orgullo. Para que los milagros sucedan, deben personarse muchas personas”.
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