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Chalo, goleador de Segunda B a Primera

Chalo, durante un partido en el Heliodoro Rodríguez (ACAN)

Gonzalo López Segovia desarrolló buena parte de su carrera deportiva en el CD Tenerife, con el que debutó en la división de bronce y al que dejó en la máxima categoría.

WEB CDT / ACAN

Gonzalo López Segovia, Chalo, (Santa Cruz de Tenerife, 1962) fue una de las grandes esperanzas del fútbol tinerfeño de comienzos de la década de los 80 del siglo pasado. Delantero pequeño, pero muy habilidoso y rápido, también jugó en ocasiones en posiciones del centro del campo.

Chalo, durante un partido en el Heliodoro Rodríguez (ACAN)
Chalo, durante un partido en el Heliodoro Rodríguez (ACAN)

Chalo debutó con el primer equipo del CD Tenerife en la temporada 79-80, aún en edad juvenil, y el Estadio acogió con entusiasmo la llegada al primer equipo de la joven figura procedente del Victoria CCC.

Olimpio Romero le dio la alternativa con solo 17 años en un curso inolvidable: se estrenó también como internacional sub 19 en un España-Estados Unidos, en el que hizo uno de los cuatro goles hispanos. Meses después jugó el Mundial de la categoría en Australia.

En la temporada 80-81, y a las órdenes de José Ramón Lamelo, explotó como goleador blanquiazul. Fue titular en 36 de los 38 partidos de Liga y rentabilizó como nadie la sociedad con un ya veterano Tigre Barrios, que abría la defensa rival para generar la ventaja de Chalo, quien acabaría como pichichi del equipo con 19 tantos.

Durante esas dos temporadas y las dos siguientes, Chalo vivió los tiempos de penurias del CD Tenerife en Segunda División B. En la campaña 83-84 fichó por el Hércules CF y aunque participó del ascenso a Primera División, solo se alineó en cuatro partidos. Retornó al representativo y volvió a vivir la fatalidad de un descenso a Segunda B (1986), pero, también, días felices.

Primero, formando parte del equipo que, de la mano de Martín Marrero, logró el retorno a la división de plata en 1987, con siete goles suyos. Repitió cifra con Pepe Alzate (87-88) y pudo participar del histórico retorno a Primera División de 1989, aunque solo contara para Benito Joanet en 14 partidos. Ya en la máxima categoría contribuyó a la agónica permanencia del 0-1 en Riazor, antes de retirarse con más de 200 partidos y 48 dianas como blanquiazul.

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