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La magia de Chano, un extremo como pocos

Chano, durante un partido frente al Villareal (ACAN)

El onubense fue ‘dueño’ de la banda derecha del CD Tenerife más glorioso de todos los tiempos, ejerciendo un liderazgo silencioso basado en su calidad técnica, sus asistencias y su llegada al área rival.

WEB CDT / ACAN

Sebastián Cruzado Fernández, ‘Chano’, (Huelva, 1965) ha sido uno de los mejores futbolistas que ha tenido el CD Tenerife durante su casi centenaria historia. Y también, uno de los más fríos. Jugó 293 partidos oficiales como blanquiazul —entre las temporadas 91-92 y 98-99— y no se le recuerda un gesto de raza.

Chano, durante un partido frente al Villareal (ACAN)
Chano, durante un partido frente al Villareal (ACAN)

Chano logró 36 goles y no constan celebraciones efusivas. Ni siquiera la del tanto que marcó en el ‘infierno’ del Kariaskakis al Olympiakos griego camino de una nueva gesta en la Copa de la UEFA. Y tampoco el que hizo ante el Real Madrid en el decisivo partido que dejó a los merengues sin título de Liga por segunda vez, cuentan Luis Padilla y Juan Galarza en su libro El CD Tenerife en 366 historias.

El 12 de enero de 1994 tampoco festejó su tanto en Mestalla. Aunque llegara en el último minuto del partido y les diera la clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey. Y mientras Redondo se subía a sus hombros y gritaba al cielo, Chano cerraba levemente el puño para mostrar que estaba satisfecho de que su disparo hubiera acabado en la red de González.

Y eso que el ‘ocho’ no era un goleador. Su misión era subir sin descanso por la banda derecha y meter centros al área. Por arriba con una rosca perfecta o por abajo y en profundidad con precisión de cirujano. Raro era el curso que no daba una decena de pases de gol. Y además aportaba un trabajo silencioso que hizo que Javier Clemente le llevara a la selección española.

En aquella eliminatoria de Copa del Rey marcó cuatro de los cinco goles que el Tenerife le hizo al Valencia. Dos en la ida y dos en la vuelta, porque Chano siempre fue un hombre equilibrado. Cuatro días después, el CD Tenerife empataba en el Heliodoro un partido en el que merecía golear al Athletic. Entonces, ya con el tiempo cumplido, Chano lanzó de forma magistral una falta directa, colocó el balón en la escuadra de Juanjo Valencia y le dio la victoria al Tenerife. Y mientras el Heliodoro volvía a enloquecer, algunos juran que vieron a Chano esbozar una ligera sonrisa. “Pero no hay pruebas”, dicen Padilla y Galarza.

Chanó llegó a la Isla en el verano de 1991. Jorge Solari quería refuerzos y Santiago Llorente fichó al onubense, que jugaba en Segunda con el Real Betis. Fue internacional con España en una ocasión, en un partido ante Polonia jugado en el Heliodoro. Javier Clemente le alineó, pese a que ese día había fallecido el padre del jugador. Tras su marcha del CD Tenerife jugó dos campañas en el Benfica portugués antes de retirarse en 2001.

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