Tinerfeñistas y amarillos, se medirán por décima vez en la competición del KO. El clásico del fútbol canario regresa al Heliodoro Rodríguez López (7/1/2024, 21:00 horas), con una eliminatoria que comenzó a darse en la temporada 64-65
El CD Tenerife volverá a encontrarse con la UD Las Palmas en el clásico del fútbol canario en su primer partido de 2024. El cruce de dieciseisavos de final de la Copa del Rey será el décimo que mida a los blanquiazules con su eterno rival y el vigésimo encuentro en el Campeonato de España. En las nueve ocasiones precedentes –una serie que arrancó en el curso 64-65–, solo se clasificó el representativo en la temporada 80-81, cuando avanzó a la segunda ronda tras empatar (2-2) en el estadio Insular e imponerse (2-1) en un Heliodoro abarrotado.
La última ocasión en la que ambos se encontraron en el torneo del KO se remonta a la temporada 97-98, con el Tenerife en la máxima categoría y Las Palmas un escalón por debajo, lo que no impidió que avanzara a la tercera ronda tras imponerse 3-2 en la ida y empatar (2-2) en la vuelta en Santa Cruz.
‘Los inmortales del Tenerife’
Andando la campaña 80-81, el sorteo copero había emparejado por sexta vez a Tenerife y Unión Deportiva. En apariencia, aquel cruce de la primera ronda tenía poco color, con el Tenerife en su tercer año seguido en Segunda División (hoy Primera Federación) y Las Palmas encadenando su decimoséptima Liga consecutiva en Primera División.
Pero el fútbol, como tantas veces, hizo bueno el tópico de que en los derbis se juegan sin favoritos. Tanto, que la sorpresa que constituyó la eliminación de los amarillos le costó el puesto a su entrenador, el murciano Antonio Ruiz, relevado a la vuelta del ‘drama’ en el Heliodoro por una leyenda como jugador de la entidad de Pío XII, José Manuel ‘Mamé’ León.
La gesta de aquel Tenerife fuera de su sitio natural comenzó a cimentarse el miércoles 17 de septiembre de 1980. Invicto en las dos jornadas de arranque liguero, empató (2-2) en el Insular con dos goles del Tigre Barrios. El delantero centro había regresado a ‘su’ Tenerife renunciando a cobrar ficha, en otro de los servicios inolvidables que prestó al club que le había proyectado quince años antes al profesionalismo y la selección olímpica.
A sus 31 años entonces, Barrios adelantó dos veces al equipo que preparaba Moncho Lamelo con sendos aciertos antes del descanso (m.4 y m.40), luego neutralizados por los tantos de Noly (m.41) y el tinerfeño Víctor Celso Brito, traspasado por el Tenerife para aligerar deudas el verano anterior.
Un miércoles épico
La clasificación se fraguó el miércoles 8 de octubre ante veinte mil seguidores apiñados en un destartalado Heliodoro y 48.000 euros [ocho millones de pesetas de la época] recaudados en taquilla. Lamelo dispuso un once enteramente de tinerfeños –Álvaro; Lolo, Diego, Manolo, Marrerín; Alberto, Paco, Salvador; Chalo, Barrios y Lolín–, igual que los otros tres futbolistas –Chiqui, Joseíto y Quico– que tuvieron presencia en la eliminatoria.
Gonzalo López Segovia ‘Chalo’, un adolescente de 18 años que empezaba a despuntar, adelantó al Tenerife (m.15), aunque casi sin tiempo para celebrar el 1-0, empató en el 18 para Las Palmas Jorge Fernández, otro ‘exiliado’ blanquiazul todavía recordado por su talento descomunal como centrocampista. Al filo del descanso (m.47), Lolín, de penalti, hizo el 2-1 definitivo antes de que el grupo de Lamelo sobreviviera media hora en inferioridad por la expulsión de Paco Brito.
Desde entonces, y hasta junio de 2022 en el playoff de ascenso, el Tenerife no volvió a eliminar a la UD en una competición a ‘todo o nada’, aunque de la trascendencia de aquella clasificación da fe la decisión del presidente del CD Tenerife, José López Gómez, que entregó a aquellos héroes “el diploma de inmortales, para que jamás se olvide esta gesta”.
El recuerdo de Chalo
Máximo goleador aquella temporada con veinte goles en Liga y este de Copa, décimo anotador (54 tantos) en la historia tinerfeñista, Chalo guarda memoria nítida de aquella noche de miércoles. “Tenía 18 años y no había disputado ni diez partidos con el Tenerife. Y jugar contra Las Palmas, en un Heliodoro repleto, marcar un tanto… Han pasado más de cuarenta años, pero cierro los ojos y mantengo nítida esa imagen con los brazos abiertos, celebrando el gol… y aún me emociono”, dice.
Las otras eliminatorias
El CD Tenerife se citó con Las Palmas en el Campeonato de España en otras ocho ocasiones, siempre decantadas del lado amarillo. Abre la serie el eterno cruce, también de dieciseisavos, del curso 64-65 cuando fueron necesarios cuatro partidos para resolverse la eliminatoria. Tras un 2-0 en el Insular y otro 2-0 en el Heliodoro (doblete de José Juan), la inexistencia de prórrogas o lanzamientos de penalti se disputó en la isla vecina un primer desempate sin goles que obligó a otro, también como visitantes los entrenados entonces por Santiago Villar, que decidió el sevillano Antonio Villar al poco del final (m.86).
Y luego, siete ocasiones más sin suerte. En la temporada 70-71 –con el Tenerife en Tercera y Las Palmas en la élite– un 2-0 como visitante y 0-2 en la vuelta. Cuatro cursos después (74-75), 2-0 en el Insular y 1-1 (Perrone, m.8) de regreso. Y otro cuatrienio para volver a encontrarse en el curso 78-79, primero en el Heliodoro (1-0, Víctor Celso, m.77) y luego en Las Palmas (2-0). Hubo otra coincidencia en la siguiente temporada (79-80: 2-1 y 1-2 en casa) y tres más hasta final del siglo pasado.
Una sola vez, a único partido
Así, el único precedente a partido único, que data del curso 86-87 y lo resolvió La UD Palmas (1-4) con un repóquer de Narciso atenuado por otro acierto de Víctor ‘Matute’. Luego (94-95) dos partidos sin goles decididos en los penaltis del lado amarillo. Hasta la cita más cercana (segunda eliminatoria de la edición 97-98) con derrota en la ida (3-2, Kodro y Alexis Suárez) y un 2-2 en el Heliodoro (André Luiz, de penalti, y Kodro), insuficiente para avanzar en el torneo.
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