El rápido delantero debutó en el CD Tenerife con 19 años y en plena madurez deportiva marchó a la UD Las Palmas, para regresar al cuadro blanquiazul, donde concluyó su carrera
ACAN
José Juan Gutiérrez fue otro producto de la fértil cantera del barrio de El Cabo. Debutó en el CD Tenerife en la temporada del primer ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional y luego, en los mejores años de su carrera, militó en la UD Las Palmas a donde fue traspasado junto con Martín Marrero a finales de la temporada 65-66.
Formado en el Mestalla y el Victoria, dos fábricas de excelentes futbolistas ubicadas en el centro de Santa Cruz, antes de cumplir 18 años ya era titular en el Real Unión, que no solo producía buenos futbolistas… sino hasta internacionales absolutos. Y con los de El Cabo formó un equipo inolvidable –en el que también estaban dos fenómenos como Colo y Yeyo Santos–, que conquistó la liga Interregional y meses después la Copa Heliodoro tras golear (4-0) en la final al Toscal.
Llegó al CD Tenerife con solo 19 años y ya en su primera temporada, la 60-61, desempeñó un papel importante. Su frescura en ataque ayudó mucho en el primer ascenso de la historia blanquiazul a la máxima categoría. Intervino en 18 partidos y colaboró con seis goles.
A pesar de su juventud, pronto se asentaría como el delantero centro más carismático y efectivo del equipo, llegando a ostentar el título de máximo goleador blanquiazul en Segunda División durante tres temporadas consecutivas: 63-64, 64-65 y 65-66.
Inmediatamente después fue traspasado a la UD Las Palmas con Martín Marrero. Disputó cinco temporadas y media como jugador amarillo, anotando 32 tantos en la Liga.
En el curso 71-72 regresó al Tenerife con tiempo todavía de ser otra vez pichichi del equipo al marcar 15 tantos esa misma temporada. Una campaña más tarde colgaría las botas después de vestir en 129 ocasiones la casaca blanquiazul.
Se trataba del clásico delantero rápido e incisivo, que siempre estaba en el momento justo y que se crecía en el área ante la inmediatez del gol. Incluso cuando tuvo que jugar alguna temporada como extremo izquierdo en el Tenerife, mantuvo su excelente olfato goleador. Un luchador incansable.