Al CD Tenerife se le acumularon los problemas en su primer paso por la élite: renovación presidencial accidentada, ceses de técnicos y la imposibilidad de contar con figuras de la casa como Ñito, Santos y José Juan.
BOTA HELIODORO / ACAN
Tras una temporada ejemplar, saldada con un ascenso de categoría y una trayectoria notable en la Copa del Generalísimo, eliminando a dos equipos de Primera División y cayendo en cuartos de final ante el Atlético de Madrid, el CD Tenerife vivió un verano increíblemente convulso: se anularon hasta dos veces las elecciones a la presidencia, pues Madrid no dio el visto bueno a los candidatos.
Tiempo perdido. Tras rechazar una terna de candidatos en la que estaba José Antonio Plasencia (anterior presidente), Madrid impuso una gestora presidida por el coronel jurídico militar Carnero Moscoso. A Heriberto Herrera no le gustó la politización del club y se marchó. Con la temporada a punto de iniciarse sí se dio el visto bueno a la continuidad de Plasencia en el cargo y, tras fallar las gestiones con José Luis Saso, se contrató como técnico a Lubisja Brocic (Barcelona).
Los fichajes y la ‘mili’. Si la elección de Brocic fue un error, tampoco se acertó con los fichajes de Aguirre (Español), Beitia (Barcelona), Moreno (Español), el uruguayo Rodríguez o el argentino Larraz, que llegó con el curso iniciado. Las apuestas locales, Justo Gilberto (Realejos) o Sicilia (Estrella), sí tuvieron éxito. Además, con la Liga recién iniciada, se exigió a Ñito, Santos, Moreno y José Juan que cumplieran el servicio militar “de manera estricta”. Ya no volverían a jugar ese curso.
El motín del Heliodoro. Ante el Valencia, Plasencia bajó a la caseta en el descanso y ordenó a Villar y Padrón que desobedecieran a Brocic. El CD Tenerife ganó tras remontar un 0-1 adverso, pero el motín provocó la marcha del técnico, una dura sanción para los jugadores implicados y una moción de censura que obligó a dimitir al presidente. El nuevo preparador, Enrique Rabassa, nada arregló. Eso sí, el Tenerife arañó un 0-0 en el Bernabéu ante el pentacampeón de Europa.