Bravo defensa formado en la cantera del Real Unión, militó en el CD Tenerife del ascenso a Primera División en 1961 y acabaría siendo presidente de la entidad en los años 70.
BOTA HELIODORO / ACAN
Como muchos otros jugadores de su época, Julio Santaella Benítez, Colo (Santa Cruz de Tenerife, 1938-2019), contó con el Real Unión de Tenerife como trampolín para acceder al CD Tenerife. Vivió el ascenso a Primera División de 1961 y luego se marchó al Real Betis, en una sustanciosa operación económica del representativo. Una vez retirado, llegó a ejercer como presidente del club durante dos años.
Ñito, Colo, Correa, Álvaro… Así empezaba la alineación del CD Tenerife que logró el primer ascenso de su historia a máxima categoría del fútbol español. Los aficionados se la aprendieron de memoria y, todavía con el paso del tiempo, los más antiguos la recitan de carrerilla. Su solidez en la banda derecha fue clave en una zaga que ese año solo recibió 23 goles en 30 encuentros.
Colo participó en 27 de ellos y luego también fue indiscutible en el equipo que militó en Primera División. A pesar del descenso a Segunda División, rindió a buena altura y demostró que estaba capacitado para jugar en un escalón superior a la División de Plata. Ficha por el Real Betis en mayo del 62, en una operación que le reporta al CD Tenerife 1.310.900 pesetas, una cifra nada despreciable en aquellos tiempos.
Allí comparte alineación y traba una gran amistad con Luis Aragonés —también de la generación de 1938—, mientras crece su valía: en su segunda campaña en Heliópolis, juega 28 de los 30 partidos de la Liga 63/64, los verdiblancos terminan terceros y Colo es convocado con la selección española, aunque no llega a debutar.
Tras estas dos temporadas, es contratado, como Luis Aragonés, por el Club Atlético de Madrid, donde se asienta como jugador de Primera División. Permanece seis temporadas en el cuadro rojiblanco, con el que gana la Copa del Generalísimo 64/65 y la Liga 65/66, en la que comparte zaga con Griffa, Martínez Jayo y Rivilla.
Hasta su retirada, con 30 años, al finalizar el curso 68/69, acabaría jugando 111 partidos como colchonero, incluidos cuatro de la Copa de Europa. Colo jugó siempre como lateral derecho. Fue un defensa con una variada gama de recursos, muy temperamental, pero no exento de clase. Sus facultades le permitían sacar jugado el balón desde atrás y solo echaba mano del despeje en situaciones extremas.
Tinerfeñista probado, Colo fue —como antes José López Gómez— el segundo presidente del club tras haber sido jugador de su primera plantilla. Con solo 36 años llevó la regencia de la entidad entre 1975 y 1976, en un momento muy difícil para el CD Tenerife, obligado por la crisis económica a vender cada vez que podía a sus mejores valores. Tuvo, no obstante, el consuelo de vivir desde el palco la eliminación copera del Real Madrid CF, el recordado martes 4 de mayo de 1976.