Uno de los históricos del gran Atlético de Madrid de los cuarenta, jugó en el CD Tenerife al principio y al final de su carrera
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Francisco Martín Arencibia (1912-2004) nació en Cuba, aunque se crio en Icod de los Vinos. Se inició en el histórico Real Hespérides para luego fichar por el CD Tenerife en la temporada 30-31. Tras cinco temporadas como blanquiazul y con sólo 22 años, fichó por el Atlético Aviación.
Aunque tras su primera temporada en Madrid la guerra civil interrumpió su carrera, Arencibia completó hasta once campañas de rojiblanco logrando, además, dos títulos de Liga. El divino calvo, nombre con el que se le conocía, alcanzó incluso la internacionalidad en un partido disputado en Berlín el 12 de abril de 1942: Alemania y España empataron a uno.
En la recta final de su trayectoria futbolística tuvo un paso fugaz por el Granada de Segunda División y regresó al Tenerife en la temporada 50-51. Con 39 años participó en una liguilla de ascenso a la división de plata, aunque entonces fue la recién creada UD Las Palmas la que logró subir de categoría. Tras su retirada dirigió a blanquiazules y amarillos en distintas etapas.
Fue uno de los estandartes del Atleti de los años cuarenta, una década en la que los canarios fichaban en masa por el club colchonero. Junto a Arencibia también pasaron por el viejo Metropolitano, entre otros, los tinerfeños Abel, Calixto, Néstor, Arsenio Arocha, el grancanario Campos y los palmeros Miguel González y Domingo.
Muy bueno tácticamente y con una pegada privilegiada, las crónicas de la época lo catalogaban integrante de la mejor pareja de alas de la posguerra, junto con el grancanario y también internacional Paco Campos.
Poco a poco, Arencibia fue desligándose progresivamente del primer plano futbolístico, al tiempo que se afincaba en Gran Canaria, donde trabajó como empleado de Aviación Civil en el aeropuerto de Las Palmas. Falleció con 94 años en la capital grancanaria.
